DIAGNÓSTICO



Desde los 3 años observe si el niño de manera generalizada, en todo lugar, cualquier momento del día, cualquier época del año, se comporta de este modo , habitualmente :
Posible Hiperactividad : más de la mitad de estos indicadores
No puede estarse quieto
Si está sentado se mueve en la silla
Habla mucho y casi constantemente
Cualquier cosa lo distrae de lo que está haciendo
Le cuesta  quedarse concentrado en lo que hace
Cuando le habla parece que no lo escucha
Abandona lo que hace sin terminarlo
Se mueve bruscamente, tropieza, se golpea
Responde las preguntas muy deprisa, sin pensar
Interrumpe a los demás
Le cuesta esperar, no tiene paciencia
Actúa sin medir las consecuencias
Cuando desea algo lo quiere de inmediato

Si va al Colegio, los Profesores informan lo mismo.

Posible Inatención : más de la mitad de estos indicadores
Le cuesta darse cuenta de detalles importantes de cosas o situaciones
Se le ve absorto en sus pensamientos, "en las nubes"
Se mueve y actúa con lentitud, como sin energía
Tarda en darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor
Se muestra indiferente, poco interesado en las cosas
Tarda en comprender lo que se le explica
Es lento en sus actividades cotidianas (lavarse, comer, vestirse)

Si va al Colegio, los Profesores informan lo mismo.




EDAD PARA HACER UN DIAGNÓSTICO

Es posible identificar estas características desde los 3 años de edad. Antes no, porque el niño recién está desarrollando sus capacidades y hábitos.
A partir de los 5-6 años ya puede, además, saberse si la condición de desatención o hiperactividad se está convirtiendo en un trastorno.

¿ES NECESARIO HACERLO?

Sí, porque si padres y/o maestros desconocen la situación no podrán dar el apoyo necesario, exigirán de modo inconveniente y la vida del niño puede complicarse ya que podría sentir que lo  consideran  torpe, flojo, malcriado, desobediente, agresivo, ... y sumará a sus propias características la ansiedad y la inseguridad, resultado del disgusto que le expresen padres/profesores, al no conocer la base de su conducta.

Así, el niño  puede terminar mintiendo para protegerse, agrediendo porque está frustrado, temiendo al trabajo escolar o a la escuela, creyéndose "tonto" o "malo".

ROL  DE LA MEDICINA

No es un tema médico, es un tema de conducta.
No es el médico a quien corresponda el diagnóstico, no puede pedírsele que lo haga.
Puede consultársele si el niño  -por hiperactividad- necesitara de la ayuda, extra  a la psico - pedagógica, de algún fármaco.
Para la desatención -realmente- no existe tratamiento médico.